La construcción sostenible ya no es una tendencia: es una necesidad. Y en ese camino, el aluminio se posiciona como un material clave.
¿Por qué? Porque reúne características que lo convierten en un aliado de la eficiencia y la responsabilidad ambiental:
Reciclable y reutilizable al 100%
El aluminio puede reciclarse indefinidamente sin perder propiedades. Eso permite reducir el impacto ambiental y optimizar recursos.
Durabilidad que evita reemplazos
Su resistencia al desgaste y al paso del tiempo minimiza la necesidad de mantenimiento y reposición, disminuyendo la generación de residuos a lo largo de su ciclo de vida.
Contribución a la eficiencia energética
Las aberturas de aluminio con ruptura de puente térmico colaboran activamente en la reducción del consumo energético, al mejorar la aislación de los espacios.
Certificaciones y normativas
Su uso es compatible con estándares internacionales de construcción sustentable y puede sumar puntos en certificaciones como LEED, cada vez más demandadas en proyectos corporativos y residenciales.
Construir con aluminio no es solo elegir un material resistente y versátil: es apostar por un presente y un futuro más responsable.


